Paseando por mi querida calle Gran Vía, por la que siempre me gusta perderme...

Hay tantas almas vagando en ella.

Salimos a buscar zapatos, el calor agobiante hizo que nos quitáramos de encima el cuero, las medias... Por fin salimos a la calle, con un trocito de tela, todo tipo de personajes salieron con los rayos del sol.

Quizás es porque vivo en el barrio más bonito de Madrid, o que es la cuidad en la que cada día me sorprendo con algo totalmente nuevo...

Nada me gusta más que sentir que después de tantos de meses, hoy, se respira un poquito de verano. Otra de las cosas que recuerdan que ha empezado el tiempo sofocante, es que al ir a hacer la compra, en el mercado ya había cerezas...
Pero no hay nada como pasearse por esta, una de las calles más antiguas de la cuidad para sentir todo lo que sucede en estado puro.
Si un día las paredes hablaran... Contarían todo aquello que hemos vivido, lo que he vivido, y lo que me queda por vivir... 

En la esquina del McDonal's había un tremendo ejercito de góticos aglomerados esperando... Me pregunté si no fallecían de calor con tal cantidad de abalorios negros sobre sus cuerpos...

Pero dejando todo esto a parte, me dediqué a mirar a mi alrededor, sin parar en ningún momento...
Buscando tu mirada con todas mis fuerzas...