Cibeles Fashion Week,Intenso, raro... Muchísimas cosas han pasado estos días, sobre todo el morro que tenemos...
Desfile tras desfile, millones de tendencias, unas preciosas y otras extrañísimas!
Realmente la moda depende mucho de cada persona, cada uno se interpreta a si mismo como quiere.
Pero hablando en plata y dejándome de palabrería pedante, aquí viene lo bueno, esta bien hablar de lo guay que es todo, pero lo que mola es todo lo que hay detrás de estas fotos, todo ha sido como una película bizarra de las hermanas Olsen, para empezar, toda esta historia vivida ha sido mano a mano con mi amigo Fede (su blog esta en mis enlaces), le hemos puesto un par de huevos al asunto y con toda la cara nos hemos recorrido el backstage como si de una acreditación de prensa se tratara, durmiendo 4 horas al día, muriendo en el Metro, viendo a chicas etéreas y tan altas como la luna, subidas en tacones cual torres...
No solo ha sido todo moda, moda y más moda, realmente lo bueno es la cerveza light que te regalan, el chocolate con naranja, los cafés, las miles de revistas... Ah, y por último y no menos importante, las fiestas, locura total... Mario Vaquerizo de DJ... Bailar era algo imposible (debido a que su estilo musical me parece un poquito aberrante), Bimba Bose, preciosa al natural, los extraños fans de David Delfín (sin cejas todos, por cierto), todo tipo de actores y actrices, cantantes, modelos y mas gente de la farándula de Madrid y resto del extranjero, ademas de amigos de mi madre, que no veía desde hace años, amigas, Gala, Elena, Raquel, Miranda... El anfitrión fue el señor Delfín que nos reunió a todos en el hotel Room Mate.
Todo ha sido muy extraño debido a nuestra corta edad y nuestra timidez... Pero no podemos quejarnos de nada, Ikeliene Stange ya es nuestra colega, tenemos sueño, hambre, dolor de pies.... Pero en general es divertido, pero en mi opinión después de tanta sobredosis de moda lo que me apetece en estos momentos es despeinarme, ponerme un chandal, unos viejos calcetines, comprarme una bolsa de patatas fritas y acto seguido irme a vivir a un convento.
Esto es solo una pequeña crónica de Cibeles...